Recuerdo el día que por primera vez probé un potaje de garbanzos, tendría unos siete años y estaba de visita en casa una tía, ese día nos sirvieron un guiso de Garbanzos para comer, fue algo completamente nuevo y que no dude en probar, en ese momento me parecieron deliciosos y decidí que sería uno de mis platos favoritos, en lo que a legumbres se refería. recuerdo preguntarme ¿por qué no los prepararían en casa? Llegue a la conclusión que quizás en casa conocerían este plato, por lo que le comentaría a mi mamá que había comido garbanzos, y que estaban buenísimos, con la clara intención de que los prepararan en casa. y así fue, cuando ví a mi mamá la conté lo que habíamos comido y lo ricos que estaba a lo que me contestó con una sonrisa silenciosa, entonces aproveche ese momento para proponer que también podíamos comerlos en casa. Sin embargo, mi mamá tenía otro punto de vista y me explico que prepararlos era un proceso largo y difícil y que por eso prefería preparar otro tipo de platos.

Al poco tiempo, mi mamá compro unos garbanzos, los puso en remojo y me adopto como su ayudante de cocina. El día de la gran elaboración, allí estaba yo, con mi mini mandil puesto, amarrado y lista para ayudar en la cocina, esa mañana nos dedicamos a pelar los garbanzos metiéndolos dentro de en un paño de cocina y pasándoles un rodillo por encima, todo este proceso era para conseguir retirarles la piel, y así conseguir unos suaves y deliciosos garbanzos sobre nuestra mesa. Ese día nos pasamos horas en el proceso de pelar los dos kilos de garbanzos que se habían puesto en remojo, ya que en esa época éramos más de diez en la casa y a todos nos gustaba comer. Si soy sincera diré que no me sorprende nada que a mi mamá no le gustará preparar garbanzos ya, que la técnica era bastante laboriosa y pesada. Sin embargo, fue uno de esos momentos especiales que pasé al lado de mi madre y que siempre recordaré con cariño.

Pues bien, el caso es que si queremos conseguir unos garbanzos suaves, en realidad no hace falta pelarlos ni darles miles de horas en el fuego o utilizar una olla express que realice su maravilloso trabajo en unos veinte minutos. En realidad, es tan sencillo como remojar los garbanzos y luego ponerlos a cocinar directamente en el agua hirviendo.

Así que aquí les dejos este sencillo y nutritivo potaje de garbanzos que podremos cocinar en casa con ingredientes sencillo y sin demasiadas complicaciones.

Consejo: a este potaje podemos agregarle chorizo, albóndigas, pollo, bacalao o lo que más nos apetezca.

• Dificultad: fácil
• Raciones: 3

Ingredientes

• 200 gr de garbanzos
• 2 tomate medianos
• 1 cebolla
• 2 hojas de laurel
• 1 papa mediana (250 gr)
• 1 manojo de espinacas
• 1 zanahoria
• 4 dientes de ajo
• 1 chorrito de aceite de oliva
•  1 cucharadita de pimentón o paprika
•  Sal al gusto

Elaboración

• En un cazo ponemos a hervir un litro de agua junto con los dientes de ajo, la cebolla, la hoja de laurel y el pimentón.
• Cuando el agua empiece a hervir agregamos los garbanzos y dejamos cocinar hasta que estén suaves.
• Retiramos la cebolla, los ajos y el laurel .(Podemos triturar la cebolla y los ajos para agregarlos al potaje si lo deseamos)
• Añadimos las patatas y las zanahorias cortados en cuadraditos junto con un poco de sal.
• si hiciera falta añadimos agua caliente.
• Cuando las patatas estén cocidas retiramos del fuego.
• inmediatamente añadimos las espinacas previamente lavadas y cortadas, removemos y dejamos reposar unos minutos. Rectificamos la sal y servimos.