Esta ensalada tan conocida en el mundo es típica de Italia, de Capri, para ser más exactos (De ahí su nombre). Sus colores, por lo que he llegado a escuchar, son un homenaje a la bandera de este bello país en forma de bota.

Sin embargo, más allá de constituir una deliciosa muestra del nacionalismo italiano, esta ensalada ha llegado a ser lo que es debido a su característico sabor y esa extrema, tan elegante simpleza, combinando cuatro únicos ingredientes para conseguir un sabor perfectamente armónico.

Pero vamos, cuando pensamos en una ensalada capresse, lo normal es que veamos las clásicas rodajas de tomate nadando ordenadamente entres rodajas de mozarella, con algunas hojas de albahaca volando por encima. En lo que a mí respecta, empujada por alguna fuerza mística e inexplicable, llegué a tener la idea presentarla de una forma un tanto diferente.

Consejo:  Es importante utilizar ingredientes de exelente calidad ya que al ser tan sencilla sera la calidad de estos los que determinen su resultado.

Dificultad  fácil

Raciones 4

 Ingredientes

2 tomates grandes

2 bolas de mozarella 180 gr

1 manojo de albahaca

Aceite de oliva virgen

Sal al gusto

Preparación

Lavamos y cortamos el tomate en rodajas de un centimetro aproximadamente y en cuatro cada rodaja, ponemos en un bol.

Cortamos la mozarela de la misma forma que el tomate y lo agregamos al bol.

Cortamos algunas hojas de albahaca en tiras y alas añadimos.

Agregamos la sal y un poco de aceite de oliva, mezclamos con cuidado.

Servimos la ensalada y la decoramos con algunas hojas pequeñas de albahaca.

¡sencilla y deliciosa!