¿Qué se puede decir de la pasta? O más bien, la cuestión es la que sigue: ¿Queda algo por decir en el mundo de la pasta? Bueno, pues sí, o más bien, claro que sí. Puede que estemos más que acostumbrados a nuestras clásicas y siempre tan amadas salsas alfredo, carbonara, bolognesa, pesto y demás, pero no, esto no es todo lo que hay, y la receta con las que les vengo hoy es una prueba de eso.
Espaguetis y calabacines. Juntos en el mismo plato. Esta receta me pareció de lo más original e interesante, por lo que estaba decidida a dar rienda suelta a mis inquietudes existencialistas en materia de pastas y probarla uno de estos días. ¿El resultado? Una genialidad. Todos los sabores combinan a la perfección consiguiendo un plato fresco y diferente que bien podría convertirse en uno de nuestros favoritos de toda la vida.
Consejo: la textura de los calabacines aporta muchísimo al plato, por lo que es mejor no cocinarlos demasiado o esta se perderá.
Dificultad: fácil
Raciones: 4
Ingredientes
2 calabacines
3 dientes de ajo
1 limón
1 puñadito de piñones (opcional)
100 gr de queso parmesano
10 hoja de menta
Pimienta al gusto
Sal al gusto
400 gr de tallarines
Preparación
En un cazo, ponemos a hervir agua para cocer la pasta. Cuando hierva el agua, cocinamos la pasta.
Lavamos y cortamos los calabacines en tiras finas con todo y piel.
Picamos los ajos y los sofreímos con un chorrito de aceite de oliva.
Agregamos los calabacines, rehogamos, y añadimos las hojas de menta picadas junto con la ralladura del limón.
Incorporamos los espaguetis y añadimos un chorrito de jugo de limón junto con el queso y un poco del agua de los espaguetis. Removemos.
Salpimentamos y servimos caliente.
¡Listos para servir y disfrutar!