Un postre sencillo que nace en momentos de dificultad, donde trozos de pan seco podían ser un postre que nos diera energía durante el día. Esta es una receta ha ido evolucionando poco a poco hasta volverse un clásico, uno que podemos encontrar en muchos hogares durante estos días de cuaresma.
Consejo: si te gustan las cosas poco dulces, siempre puedes espolvorear las torrijas con el azúcar y la canela, nos quedarán más ligeras.
Dificultad: fácil
Raciones: 6, aproximadamente
Ingredientes
1 barra de pan del día anterior
1/2 lt de leche
La piel de un limón
3 huevos
Canela en polvo
Azúcar
Preparación
En un cazo, calentamos la leche con la piel del limón, dejamos infusionar.
Una vez tibio, cortamos el pan en rebanadas de unos dos centimetros de grosor aproximadamente.
Ponemos las rebanada de pan en la leche, dejamos se empapen bien.
Los retiramos y los pasamos por los huevos batidos.
En un cazo con aceite caliente, freimos el pan, hasta que tenga un lindo color dorado.
Ponemos en papel absorbente.
Rebozamos con la canela y el azúcar.
¡Podemos comerlas calientes o frías! Todo depende de lo que más nos guste.