Los potajes son típicos en la gastronomía española, suelen ser contundentes y estar llenos de carne o embutidos. Sin embargo, en este caso encontramos un plato más ligero y austero que se suele preparar los viernes de cuaresma.
Un punto importante en la receta es darle el tiempo de remojo necesario a los garbanzos y ocuparnos de desalar bien el pescado. Después de esto, conseguir el potaje más delicioso del mundo será facilísimo.
Dificutad: fácil
Raciones: 4
Ingredientes
500 gr de garbanzos
250 gr de Acelgas
200 gr bacalao seco
1/2 cebolla blanca
1/2 cabeza de ajo
1 patata
1 tomate
Pimentón dulce
Aceite de oliva
Sal al gusto
Preparación
El día anterior lavamos el pescado en agua fría y dejamos en remojo, cambiando el agua varias veces durante el día. Es importante que empecemos el proceso veinticuatro horas antes para retirarle bien la sal al pescado, de otro modo, arruinaremos la receta.
Por otro lado, ponemos los garbanzos en remojo un día antes.
En un cazo del tamaño adecuado, ponemos la cebolla y la cabeza de ajo cortados en dos, junto con el tomate pelado y picado. Agregamos el agua.
Añadimos el pimentón y un chorrito de aceite de oliva. Ponemos a calentar.
Antes de que empiece a hervir, añadimos los garbanzos y dejamos cocer hasta que estén suaves.
Incorporamos la patata y los tallos de las acelgas cortados.
Una vez cocida la patata, agregamos las acelgas cortadas en tiras finas, junto con el bacalao. Cocemos unos minutos.
Servimos caliente.