Estos días en la escuela hemos trabajado con el sable breton, una masa típica de Gran bretaña y Francia, con la que se preparan unas galletas bastante apreciadas en la zona. Así que, estando las cosas así, me anime a prepararlo en casa y ver qué tal quedaba con la crema pastelera.
¿Y qué tal quedó?
Pues, realmente quedó de maravilla, con la crema y la fruta dándole un aire diferente a un clásico de toda la vida. Uno que no solo está buenísimo, también es muy fácil de preparar porque evita las complicaciones que puede traernos forrar los moldes de las tartaletas.
Dificultad: fácil
Raciones: 6
Ingredientes
125 gr de frambuesas
100 gr de arandanos
Cobertura de chocolate (opcional)
Sable breton
3 yemas
95 gr de azúcar
135 gr de harina
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharadita de levadura en polvo (polvo de hornear)
1 pizca de sal
Crema pastelera
125 gr azúcar
500 ml leche
40 gr de maicena
4 yemas
1 ramita de vainilla o en su defecto vainilla en pasta
Preparación
Crema pastelera
Ponemos a hervir la leche con la vainilla
Por otro lado mezclamos el azúcar con las yemas hasta que obtengan un color blanquecino, agregamos la maicena.
Una vez hierva la leche la agregamos a la mezcla de las yemas sin parar de mover.
Volvemos a llevar al fuego, dejamos hervir sin dejar de mover.
Retiramos y reservamos en un bol que taparemos con papel film tocando la superficie de la crema. (Esto ayudara a que no se forma una pequeña costra en la superficie)
Sable breton
Precalentamos el horno a 160º
Con unas barillas, mezclamos el azúcar con las yemas hasta conseguir que blanqueen.
Agregamos la mantequilla a temperatura ambiente, mezclamos hasta conseguir una pasta homogénea.
Incorporamos la harina con la levadura y la sal, previamente cernidos. Mezclamos con ayuda de una espátula intentando no trabajar demasiado la masa.
En una placa de cocina con papel para el horno, ponemos un aro de metal y rellenamos la base de esté con un poco de masa, aproximadamente un centímetro de espesor.
Llevamos al horno por 26 minutos a 160º o hasta que la masa esté dorada.
Retiramos del horno, dejamos se enfríen en una rejilla y desmoldamos cuando estén templados o fríos.
Montaje
Rellenamos con la crema pastelera el hueco que se ha creado en el sable.
Ponemos la fruta por encima y, con un pelador, hacemos pequeñas virutas de chocolate, que dejaremos caer encima de la fruta.
¡Ya tenemos nuestra tartaleta lista!