En esta ocasión, quería preparar algún postre para halloween, ¿y qué mejor opción que un clásico?
Así que me puse manos a la obra; realmente me basé en la tarta de zanahoria, y para variar un poco opte por una ganache de chocolate blanco aromatizado con mandarina. Por lo que leí en la web, lleva canela y clavo de olor, pero realmente me apetecía un sabor más fresco. por este motivo le puse ralladura de mandarina y poca canela.
Si voy a ser sincera, no me esperaba que el bizcocho de calabaza fuera tan rico. Y es que la calabaza me ha sorprendido gratamente con ese característico sabor tan suyo, que pasa del salado al dulce.
Puedo afirmar ahora que la calabaza, simplemente me encanta.
Dificultad Fácil
Raciones 12 un
Ingredientes
Bizcocho
180 gr de pure de calabaza
150 gr de azúcar morena
190 gr de harina preparada
14 gr de miel
170 ml de aceite de girasol
La ralladura de dos mandarinas
1 cucharadita de canela
7gr de levadura en polvo
Ganache
300 gr de chocolate blanco
150 ml de nata para montar
30 gr de mantequilla
La ralladura de dos mandarinas
Colorante naranja (opcional)
Preparación
Ganache de Chocolate blanco y Mandarina
Derretimos el chocolate al baño maría o en el microhondas poco a poco.
En una olla calentamos la nata con la ralladura de mandarina, cuando rompa a hervir retiramos del fuego.
En este momento le agregamos el colorante a la nata.
Con la nata aun caliente, la agregamos al chocolate derrtido.
Una vez incorporado le agregamos la mantequilla,
Cuando tengamos una ganache homogenea lo llevamos al frio y dejamos que tome cuerpo.
Al ser chocolate blanco tardara unas cuantas horas. Si tenemos prisa seria mejor empezar por la ganache.
Bizcocho de calabaza
El puré de calabaza, lo prepare poniendo media calabaza al horno boca abajo a 160º
Hasta que al pincharla con un cuchillo entre facilmente, luego retire la pulpa y la triture.
Precalentamos el horno a 180º
Batimos los huevos con el azúcar, luego agregamos el aceite y volvemos a batir hasta que se incorpore.
Agregamos la canela, la ralladura de mandarina, la miel y el puré de calabaza.
Una vez este incorporado, agregamos poco apoco la harina tamizada con la levadura.
Rellenamos nuestro moldes unos dos tercios.
Llevamos al horno por unos 20 minutos o hasta que al clavar un palito este salga limpio.
Dejamos enfriar en una rejilla.
Listos para decorarlos ¡y probarlos!