Una receta sana y diferente, con un toque exótico que nos arranca de la monotonía de las clásicas cremas. Perfecta para cuidarnos sin dejar de probar sabores nuevos, y es además una muy buena opción para los alérgicos a la lactosa.
Aunque podríamos agregarle una patata, en esta ocasión opté por algo más ligero y así cuidarme un poco.
Consejo: Se le puede agregar cilantro o una patata (Como mencioné), todo depende de lo que más nos guste.
Dificultad: fácil
Raciones: 4
Ingredientes:
1 cebolla (200 gr)
1/2 puerro (50 gr)
1 rodaja generosa de jengibre (10 gr)
500 gr de calabaza
100 ml de aceite de oliva virgen
150 ml de leche de coco
1 cucharadita de cúrcuma
1 pizca de nuez moscada
Un poco de orégano
Sal al gusto.
Preparación:
Lavamos y cortamos las verduras.
En un cazo, sofreímos la cebolla con el puerro y el jengibre hasta que estén transparentes.
Incorporamos la cúrcuma y el orégano y la nuez moscada, dejamos se sofrían un momento.
Agregamos la calabaza junto con la zanahoria, cubrimos de agua y dejamos hervir.
Una vez estén suaves las verduras, con ayuda de un robot de cocina o una licuadora, trituramos hasta obtener una crema homogénea.
Incorporamos el aceite y la leche, volvemos a batir.
Rectificamos la sal.
Servimos caliente