Este tiramisú es de esos postres que siempre apetecen.
Cremoso, con ese toque de café y mascarpone que se funde en la boca.
Perfecto para cerrar una comida entre amigos o simplemente para disfrutar en casa.
Siempre me han encantado los postres de toda la vida, esos que guardan historia y saben a recuerdos de abuela. Pero, por algún motivo, nunca me había animado a preparar un tiramisú.
Hasta que un día organizamos una comida italiana entre amigos y pensé: ¿qué mejor final que un buen tiramisú con la receta original?
Busqué un buen amaretto y el mejor bizcocho de soletilla que encontré en el súper.
El resultado me enamoró. Tanto, que hoy quiero compartir la receta contigo
Consejo: monta las claras a temperatura ambiente; te quedarán más firmes y aireadas.
- Dificultad: media
- Raciones: 6

Ingredientes
• 500 g de queso mascarpone
• 2 huevos
• 400 ml de café frío (espresso o de cafetera italiana)
• 80 g de azúcar
• 40 g de cacao puro para aterminar
• Bizcochos de soletilla
• Un chorrito de amaretto (opcional, pero delicioso)
Elaboración
- Prepara el café y déjalo enfriar. Si quieres acelerar, viértelo en una fuente amplia; en unos 15-20 minutos estará frío.
- Separa las claras de las yemas. Monta las claras a punto de nieve y reserva.
- Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y el azúcar se disuelva.
- Añadimos el mascarpone removemos el mascarpone, hasta este suave y cremoso, añadimos las yemas poco a poco con movimientos suaves y envolventes.
- Incorpora las claras montadas poco a poco, sin batir, con ayuda de una espatula y movimientos envolvente, procurando mantener el aire y conseguir una textura ligera y esponjosa.
- Monta el tiramisú: moja los bizcochos en el café frío (con o sin amaretto) y colócalos en la base del molde. Cubre con una capa de crema y repite hasta terminar con crema.
- Espolvorea cacao puro por encima con un colador fino y deja reposar en la nevera hasta el día siguiente.
- Antes de servir, sácalo unos 10-15 minutos antes y espolvorea un poquito más de cacao.
- Fresco, cremoso y con todo el sabor del clásico italiano.