Estos panecillos fueron amor a primera vista. Fue la primera receta que que me enamoro del libro «pan de Xavier Barriga» y la primera vez que preparé estos panecillos partí de la receta tradicional con la levadura fresca.
Sin embargo, como me gusta experimentar, en esta ocasión decidí sustituir la levadura por un poco de mi masa madre. El resultado: panecillos con más carácter, una fermentación más lenta y un sabor mucho más complejo. Perfectos para quienes disfrutan de la panadería natural.
Son ideales para desayunar, merendar o incluso como base para un buen bocadillo. Aunque mi favorito es con mantequilla y mermelada. La particularidad de este pan está en la mantequilla. tostada, que les da un aroma lácteo y un sabor avellanado que combina de maravilla con la suavidad del pan.

Consejo: si no tienes masa madre utiliza 15 g de levadura fresca.
- Dificultad: alta
- Raciones: 10 panecillos de 80gr
Ingredientes
- 450 g de harina panificable
- 100 g de masa madre
- 230 g de agua
- 30 g de mantequilla tostada
- 15 g de azúcar
- 10 g de leche en polvo
- 10 g de sal
Elaboración
- Tostamos la mantequilla: en una olla fúndimos la mantequilla a fuego suave hasta que tome un color dorado y deje un aroma a frutos secos. Déjala enfriar.
- Amasar: mezclamos la harina, el agua, la masa madre, la mantequilla tostada y el resto de ingredientes. Amasamos hasta obtener una masa elástica y lisa.
- 1ª fermentación: dejamos reposar en un bol cubierto durante 3–4 horas, o hasta que casi doble de volumen.
- Boleado: dividimos en piezas de unos 80 gr y damos forma a los panecillos. Colócalos en una bandeja enharinada o sobre papel de horno.
- 2ª fermentación: deja reposar 1,5–2 horas más, hasta que estén bien hinchados.
- Horneado: precalentamos el horno a 250 °C con un cuenco de agua dentro. Pulveriza los panecillos con agua, baja la temperatura a 190 °C y hornea 16–18 minutos, hasta que estén dorados.
Resultado
- Los panecillos con masa madre quedan tiernos, aromáticos y con una corteza fina, pero con más sabor que los de levadura fresca. La mantequilla tostada potencia las notas lácticas y aporta un matiz casi de caramelo.
- Si buscas un panecillo sencillo pero especial, te animo a probar esta versión con masa madre. Eso sí: necesitarás un poco de paciencia, pero el sabor final lo compensa con creces.