Hace poco me animé a preparar mi propia masa madre, y después de revisar varias recetas, encontré una que realmente me encantó. Es un método sencillo y práctico que, aunque da como resultado una masa más bien seca, me sorprendió por lo rápido que leva y el increíble aroma que aporta a los panes.
Esta masa madre se prepara a partir de un fermento inicial hecho con pasas, agua y azúcar. Con un poco de paciencia, este fermento cobra vida y está listo para ser la base de nuestras primeras mezclas. Desde que la empecé, he estado experimentando con diferentes tipos de panes, y la experiencia ha sido maravillosa. ¡Es fascinante ver cómo cada pan tiene su propia personalidad gracias a la magia de la fermentación natural!
dificultad: Fácil
Consejo: hay que utilizar agua que no contenga cloro, por lo que es mejor utilizar agua de botella.
Otro consejo: si no encuentras harina de fuerza, busca una harina que sea alta en proteína; un 11% a 13% es perfecto. Esto lo puedes encontrar en la información nutricional del envase.
Otro Consejo: Para la elaboración de pan suelo utilizar un 20% de masa madre por el peso de la harina que usaré. (200 g de masa madre por 1 kg de harina)

1. Primera etapa: fermentacion
ingredientes
- 250 ml de agua mineral
- 250 gr de pasas
- 25 gr de azúcar moreno
elaboración
- en un recipiente o tuper ponemos las pasas con el agua y el azúcar.
- dejamos reposar en un lugar cálido unos 4 o 5 días aproximadamente.
- La temperatura ideal es a unos 26°C / 28C°.
- Sabremos que lo tenemos listo cuando veamos pequeñas burbujas que nos recuerden al agua con gas en la mezcla.
- En este momento colamos y reservamos el líquido.
2. Segunda etapa: elaboración de la masa madre.
ingredientes
- 250 ml de agua fermentada.(Si no fuera suficiente el agua que de las pasas podemos completar con agua mineral).
- 350 gr de harina de fuerza
Elaboración
- mezclamos la harina con el agua fermentada de las pasas.
- Amasamos hasta conseguir una masa uniforme y bonita.
- ponemos en un recipiente y marcamos la altura de nuestra masa.
- ponemos en un lugar abrigado y dejamos que triplique su tamaño. ( a mi me triplicó en unas 8 horas.)
3. Estapa: refresco de la masa
- En este momento, puedes partir tu masa en dos y usar una parte para elaborar tu primer pan.
- La otra mitad la pesamos y le agregamos la misma cantidad de harina de fuerza y la mitad de agua.
- Amasamos y volvemos a dejar que triplique su tamaño.
- volvemos a repetir la operación.
- Este proceso es constate si quieres mantener viva la masa madre.
- Hay días que pongo la masa madre en el frigorífico (3°C/5°C) y así consigo relentizar un poco su velocidad de crecimiento.
- No la dejes siempre en el frio, por lo que te recomendaria que algunas veces cuando la refresques, dejarla triplicar a temperatura hambiente unas cuantas veces y asi mantener una buena actividad en la masa.
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